Heliesquí en Canadá

Presentación a la hora indicada en tu aeropuerto de origen. Trámites de facturación y embarque en vuelo destino Calgary vía ciudad europea o canadiense. A la llegada trámites de aduana, recogida de equipaje y del coche de alquiler. A continuación toma la autopista de las Rocosas hasta llegar a Banff. Es un cómodo trayecto de unos 90 minutos (si lo prefieres podemos organizar un traslado privado). Llegada a Banff y check-in en el hotel seleccionado. Banff es un encantador pueblo alpino, rodeado de picos majestuosos y los parques nacionales más famosos de las Rocosas. Aprovecha tu primera tarde en Banff para probar las aguas termales, pasear por sus calles iluminadas y disfrutar de una cena reconfortante antes de empezar con los días de esquí. Noche en Banff.

Dispone de 3 días completos, además del de llegada y del de salida para disfrutar de Banff. No es solo un pueblo de postal, es la base perfecta para lanzarse a descubrir tres estaciones legendarias unidas bajo un único forfait: Sunshine Village, Lake Louise y Mt. Norquay. Entre las tres suman más de 8.000 acres (3.200 hectáreas) de terreno esquiable, con pistas que van desde suaves “azules” perfectas para calentar piernas hasta verticales “negras con Doble Diamante” que disparan la adrenalina.

Aquí la nieve es de la que todo esquiador sueña: champagne powder, seca y ligera, que se mantiene en perfecto estado gracias a un invierno frío y estable que va de noviembre a mayo.

Sunshine Village ofrece cimas que rozan los 2.730 m y un desnivel de 1.070 m, con largas pistas panorámicas y zonas de fuera pistas donde flotar sobre nieve virgen. Dispone de algunas de las pistas más exigentes de las Rocosas y de una calidad de nieve excepcional.

Lake Louise enamora a los amantes del esquí en pista con sus 4.200 acres y 1.000 m de desnivel, combinando descensos técnicos con amplias autopistas de carving que dejarse llevar. Es sede habitual de la Copa del Mundo.

Mt. Norquay, más pequeña y cercana, es ideal para días de mal tiempo por sus bosques, para disfrutar de amplias vistas o para probar el esquí nocturno bajo cielos estrellados.

Los remontes son rápidos, las colas escasas y la sensación de espacio, infinita. Entre bajada y bajada, los lodges invitan a reponer fuerzas con un chocolate caliente o un burger al estilo canadiense. Y cuando el sol se pone, Banff se transforma: pubs con música en directo, cenas de carne de alce o bisonte y las míticas aguas termales para relajar músculos y planear la jornada siguiente. En total pasarás 4 noches en Banff.

Hoy puedes optar por disfrutar de un último día de esquí en la región de Banff antes de comenzar una nueva etapa del viaje. Una excelente alternativa es Lake Louise, ubicada más o menos a mitad de camino y perfecta para despedirse de la nieve con estilo. En cualquier caso, es muy recomendable realizar el trayecto con luz diurna para dejarse maravillar por los paisajes extraordinarios que ofrece la ruta. Tomarás la carretera número 1, que cruza las Montañas Rocosas y conecta Alberta con la Columbia Británica. El destino para los próximos días es Kicking Horse Mountain Resort, una estación con alma propia situada al final de la legendaria "Powder Highway", la ruta por excelencia para los esquiadores en las Rocosas de Kootenay. Check-in y noche en el hotel seleccionado en Kicking Horse.

Hoy vivirás la experiencia que todo esquiador sueña alguna vez: un día completo de heliesquí en las Rocosas canadienses. Por la mañana dirígete a primera hora hacia el lodge de CMH Purcell, a una media hora de Kicking Horse (recomendamos no salir más tarde de las 06:30h). La jornada comienza temprano, con el briefing de seguridad y el encuentro con los guías certificados, expertos en encontrar la mejor nieve y las líneas más seguras. Después, hacia las 09, el rugido del helicóptero anuncia el inicio de la aventura: en pocos minutos estarás en lo alto de una cresta remota, rodeado de montañas infinitas.

A partir de ahí, toca disfrutar: descensos kilométricos en nieve ligera, pendientes que parecen dibujadas para el freeride y la sensación de libertad absoluta que solo el heliesquí puede ofrecer. Tras cada bajada, el helicóptero vuelve a recogerte para abrir nuevas rutas: glades entre bosques, amplios bowls y canales con vistas espectaculares.

Al mediodía, una parada en la nieve para reponer energía con un almuerzo tipo picnic rodeado de silencio alpino. Por la tarde, más rotaciones hasta que las piernas pidan descanso. La jornada acaba entre 3 y 4 de la tarde con unos snacks y refrescos en el lodge. Regresa después a Kicking Horse para pasar la noche.

Día completo para esquiar en Kicking Horse Mountain Resort, conocido como The Champagne Powder Capital. Este estación de la Columbia Británica se ha ganado fama entre los esquiadores expertos por sus pendientes exigentes, su nieve seca y ligera y su ambiente auténtico de montaña.

Con más de 1.260 hectáreas esquiables y un desnivel vertical de 1.315 metros (uno de los mayores de Norteamérica), Kicking Horse combina largas pistas azules y rojas con canales y bowls legendarios que atraen a freeriders de todo el mundo. Aquí cada bajada es una aventura: giros en nieve profunda, descensos técnicos y la sensación de flotar sobre un manto de polvo fresco que se renueva con frecuencia gracias a las generosas nevadas.

Y en mitad de la jornada, nada como subir en telecabina hasta el Eagle’s Eye Restaurant (2.350 m), donde las vistas de las Rocosas y la cocina gourmet hacen que la parada valga la pena.

Las tardes en la base son tranquilas y acogedoras: alojamientos de estilo alpino y ambiente relajado. En total pasarás 3 noches en Kicking Horse.

Último día en Kicking Horse. Según la hora de salida de tu vuelo aprovecha para disfrutar del entorno de montañas, parques nacionales y actividades invernales del Resort. A una hora prudencial sal hacia el aeropuerto de Calgary, situado a unas 3 horas. Devolución del coche de alquiler y trámites de facturación y embarque en vuelo de regreso a tu aeropuerto de origen vía aeropuerto canadiense o europeo. Noche a bordo.